Destacar una personalidad en general, no es suficiente.
Para honrarla debemos continuar su obra y, si es posible, perfeccionarla, dentro de nuestras posibilidades.
Siendo aún adolescente ingresó a la Fuerza Aérea en 1956 como personal civil en el Servicio de Protección al vuelo, en calidad de radiotelegrafista, transmitiendo partes sobre la situación meteorológica, estado de los aeropuertos y cuestiones de apoyo a la actividad aeronáutica. Simultáneamente estudió radio por correspondencia.