EL MÁS RECONOCIDO RADIOAFICIONADO DE LA PAMPA5 CAMPAÑAS ANTÁRTICAS CON MAS DE 70 MIL QSO
Y UNO DE LOS GRANDES REFERENTES ARGENTINOS

Héctor Mario Ombroni LU6UO (foto 1 actual), 82 años de edad con una trayectoria de 67 años como LU, categoría especial desde 2005, uno de los colegas más reconocidos a nivel nacional, nació en Salliqueló, en la provincia de Buenos Aires, el 19 de mayo de 1939.
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Hijo de un jefe de correo, su niñez fue transcurriendo junto a los traslados de su progenitor por distintas localidades. Vivió en Coronel Mom, Piedritas y a fines de 1953 llegó a Pehuajó. Por entonces ya era telegrafista, porque desde los 11 años, concurriendo a las estaciones del ferrocarril, había aprendido el manejo del manipulador.
Le gustaba la radio, y no tenía problemas con el CW, por lo que sin dificultades aprobó a los 14 años de edad el examen de ingreso a la radioafición en el correo de Pehuajó, recibiendo en noviembre de 1954 la licencia LU9DFB.
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Siendo aún adolescente ingresó a la Fuerza Aérea en 1956 como personal civil en el Servicio de Protección al vuelo, en calidad de radiotelegrafista, transmitiendo partes sobre la situación meteorológica, estado de los aeropuertos y cuestiones de apoyo a la actividad aeronáutica. Simultáneamente estudió radio por correspondencia.
Su primera estación de AM la construyó con 2 válvulas 25L6 que daban unos 25 vatios entre ambas, moduladas por otras 2 25L6. Al poco tiempo fue por más con 4 válvulas 1625 por otras 4 1625 y un receptor doble conversión a 1500 kc y la segunda con bobinas muy viejas de 75 kc. Salía en AM y en telegrafía con una antena Hertz de 40 metros de largo, línea abierta, alimentada en el extremo.


A comienzos de 1964 se produjo su primera experiencia antártica. Ombroni fue cinco veces al continente blanco, ese año, en 1985, 1987, 1996 y 1998 con más de 70 mil qso realizados.
Contratado por la Armada realizó una campaña de un año en la Base Decepción, viajando en el ARA Bahía Aguirre, un buque de transporte de la Armada Argentina. En Decepción funcionaba la central de comunicaciones antárticas. Operando LU1ZC, además del tráfico oficial, realizó más de 2.000 QSO en las bandas de radioaficionados en CW y fonía en AM.
La estación tenía una antena rómbica de 150 metros por lado, multibanda, línea abierta con adaptador de impedancia, apuntando a la Argentina continental con gran eficiencia. No ocurría lo mismo para escuchar estaciones de otros continentes.
Aprovechó el poco tiempo libre para incorporar conocimientos de televisión que resultaron de gran utilidad a su regreso.
En 1970 se incorporó al Radio Club Pehuajó (hoy Círculo de Radioaficionados Venancio Bonet) y comenzó a dictar los cursos de ingreso. Además integró la Comisión Directiva con el cargo de Secretario.
A su trabajo en Fuerza Aérea, le agregó actividad privada en una empresa de televisión, siendo parte de un equipo pionero en transmisiones de televisión en blanco y negro en esa ciudad, con 5 vatios de potencia en video y 5 vatios de potencia en audio, en transmisión separada.
El sueño de Héctor siempre había sido estudiar ingeniería. En General Pico, La Pampa, la Universidad Tecnológica Nacional facultad Bahía Blanca abrió la carrera de Ingeniería Electromecánica. Consiguió el traslado siempre como radiotelegrafista, y a fines de 1971, casado y con 3 hijos, se radicó en esa ciudad pampeana, viviendo en una casa en el aeródromo, donde para tener un ingreso extra reparaba televisores Philips de 19 válvulas.

Cursó tres años de la carrera, surgiendo problemas entre un sector del estudiantado y el gobierno militar de entonces, que lo hicieron perder la motivación, abandonando.
El momento coincidió en 1975 con la jubilación de Serafín Hernández LU4UB (SK) como responsable técnico del aeródromo. Tras realizar el curso de técnico VOR (Guía de Aeronaves), fue designado en lugar del veterano colega de radio.
Con un poco más de tiempo para la radioafición hizo el cambio de licencia, LU6UO categoría general, seguramente la señal distintiva más activa y reconocida de la provincia de La Pampa. Se sumó al Radio Club Pampeano, desarrollando la tarea de instructor por más de 40 años, habiendo formado distintas generaciones de radioaficionados.
Bajo una idea de Alberto U. Silva, LU1DZ (SK), en el mes de junio de 1977, un pequeño grupo de radioaficionados constituyó, en las cercanías de la ciudad de Buenos Aires, una agrupación denominada «Grupo Argentino de CW».
Héctor al poco tiempo se incorporó como miembro, llegando a ser uno de los coordinadores del GACW, un grupo reconocido mundialmente por la perseverancia, seriedad, claridad de objetivos y prestigio de sus integrantes.
En una época que en varias provincias argentinas no había radioaficionados que salieran en CW y para que los interesados pudiesen completar el diploma Toda la República Argentina en telegrafía, el GACW realizó expediciones, de las que Héctor formó parte a Esquina, Corrientes; Valle Fértil, San Juan (foto 2); Catamarca desde el Radio Club de esa provincia; La Rioja también desde el Radio Club y Fortín Patria en la provincia de San Luis.

Representando al GACW participó de numerosos contest, recordando su mejor registro como single operador con 1.330 qso, con la salvedad que pocas veces pudo estar el tiempo completo permitido por razones de trabajo. Su último diploma fue en el ARRL DX Contest 2021 (foto 3), el año pasado con 81 años.
En 1982 fabricó un radio faro para la banda de 10 metros para LU1UG, que fue el segundo de sudamérica y lo instaló en la localidad de Vertiz, 33 km al norte de General Pico, sobre una torre muy segura de 150 metros de altura, a la que Héctor aseguró haber subido no menos de 40 veces para hacer el mantenimiento.
También salió de sus manos un radio faro que se ubicó en la estancia Moat en la provincia de Tierra del Fuego y otro para LU2FFV en San Jorge, provincia de Santa Fe.
En 1985 un llamado de Uranito Silva le abrió la posibilidad del segundo viaje a la Antártida. Le comentó que el Jefe de la Base Marambio había cursado una invitación para un radioaficionado que estuviese vinculado a la Fuerza Aérea. Respondió en el acto que sí a una oportunidad «a medida». En julio, en pleno invierno, viajó en un avión que salió desde la Base de El Palomar, permaneciendo 30 días.

Operó con un Yaesu FT 101 ZD con muy pobre propagación solo en tres bandas (80, 40 y 20 metros) casi todo el tiempo en CW y unos pocos contactos en SSB, consiguiendo un log de 2.500 qso con su propia licencia LU6UO/Z.
Dos años después, en 1987, participó de la Campaña Antártica de Verano, desde el 28 de enero al 6 de marzo. Se trasladó en avión a la Base Marambio. Entre los primeros 15 días y los últimos 7 operó desde ese lugar como LU6UO/Z: con 5.000 contactos en CW y SSB. En el medio, entre el 14 y el 27 salió desde la Base Jubany (desde 2012 Base Científica Carlini) en las Islas Shetland del Sur, también con su licencia sumando 5.600 comunicados, casi todos en CW.
En la campaña antártica de diciembre 1995 a marzo de 1996, Héctor Ombroni LU6UO junto a Ernesto Durante LU2AS (ex LU1ZPF y ex LU4AXV) (foto 4), en una expedición organizada por el GACW con el apoyo de la Dirección Nacional del Antártico-DNA viajaron a bordo del Rompehielos Almirante Irizar, embarcando en la escala en el puerto de Ingeniero White rumbo a la Base Orcadas, en las islas Orcadas del sur.
En una operación que duró 80 días con el prefijo LU6Z (foto 5 qsl card), que tuvo enorme trascendencia mundial por tratarse de una entidad del DXCC por largo tiempo desactivada, llegaron a 23.559 qso.
Debieron enfrentar pésimas condiciones de propagación, horarios limitados de operación, estáticos y situaciones que suceden cerca del Polo Austral, como tormentas magnéticas; perdida de bidireccionalidad o súbita desaparición de estaciones.
Con posterioridad ambos operaron la estación LU1ZC ubicada en el Destacamento Naval de la Isla Decepción que festejó ese año su 50 aniversario.
El último viaje, en otra expedición del GACW y otra vez junto a Ernesto Durante LU2AS (ex LU1ZPF y ex LU4AXV) aprovechando la campaña de verano 97/98, fueron en avión desde El Palomar a Río Gallegos. Al día siguiente hicieron el trayecto de Gallegos a la Base Marambio donde no pudieron descender por mal tiempo, regresando al continente.
Al día siguiente bajaron en Marambio donde tras permanecer un par de horas, siguieron en helicóptero a la Base Decepción. Llevaron sus propios equipos con dos amplificadores de 500 vatios y una antena direccional para 10,15 y 20 metros, un dipolo media onda para 160 y un dipolo para 40 metros.
Esta vez las condiciones fueron excelentes y cerraron el log de LU1ZC con 38.000 comunicados. Héctor recordó que los grupos electrógenos de la base se apagaban entre la una y las siete de la mañana. Él se levantaba a las 5 a tomar mate y con una batería grande disfrutó cada amanecer con centenares de estaciones japonesas respondiendo en 40 metros.
El miércoles 19 de Mayo de 2004, Héctor presentó su libro «Mi historia antártica personal» (foto 6 tapa del libro) en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Pampa en General Pico.
Fue una edición costeada por el autor, sin fines de lucro. Escribió una obra de 205 páginas, donde expresó su sentimiento y devoción antártica en una atrapante descripción de sus recuerdos, que constituyen un legado para los radioaficionados argentinos.

Con sentido narrativo, de manera muy amena repasó todos sus viajes a la Antártida, desde sus primeras experiencias, las situaciones difíciles que debió afrontar y los momentos imborrables.
El Radio Club Grupo DX Bahía Blanca tuvo el honor de distinguirlo con el «Premio a la Trayectoria en Radio 2010» junto a Alberto Urano Silva LU1DZ (SK), Ramuco de la Rua LU7HE y Luis Alberto Gómez LU1BR. (En la foto 7 Liliana Cónsoli LU7EHL entregó en representación del GDXBB la plaqueta a Ombroni)
En esa oportunidad también se realizó una mesa redonda sobre «El futuro de la radioafición argentina», siendo Héctor uno de los moderadores junto a Carlos Almirón LU7DSY y Uranito Silva LU1DZ (SK). (En la foto 8 Almirón a la izquierda, Ombroni en el centro y Silva a la derecha).
En 2013 fue homenajeado en el Encuentro de Radioaficionados Pampeanos en la localidad de Eduardo Castex. Durante el transcurso de la reunión fueron reconocidos los más antiguos radioaficionados de La Pampa. Héctor LU6UO por su integridad, coherencia y calidad humana. También fueron distinguidos Ubaldo LU8UU (SK), Américo LU1UP, Sigfrido LU3UF, Miguel LU3UI, Edgar LU3UU (SK) y Remo LU8US. Todos queridos y recordados colegas.
El 21 de mayo de 2016 el Radio Club Pampeano hizo coincidir los festejos de un nuevo aniversario de la entidad con el cumpleaños número 77 de Héctor (foto 9). Rodeado de directivos, socios y familiares, recibió el cariño de todos por estar íntimamente ligado su nombre a la historia de LU1UG.
En el marco de la 3ª Feria Provincial del Libro 2019, en el auditorio del Centro Cultural Medasur de la ciudad de Santa Rosa, recibió el Premio «Testimonio 2019» con el que el Poder Ejecutivo de la provincia de La Pampa, premia el talento, trayectoria y dedicación de pampeanos en materia educativa, científica, deportiva, comunicación, y en las diferentes expresiones del campo artístico cultural.
Héctor, desde hace más de
50 años pampeano por adopción, distinguido vecino de General Pico, fue elegido en el rubro Comunicación. (En la foto 10 con el premio)
El viejo maestro transcurre sus horas en su taller de electrónica, donde esta se
mana tuvo que reparar su antiguo 101 ZD. Es el equipo base que tiene su estación con un amplificador Edcom de 5
00 vatios. El último tiempo, hasta que comenzó a levantar el nuevo ciclo solar, con una monobanda direccional solo trabajó 15 metros en CW. Ahora ya está utilizando también una Delta para 40 y un dipolo para 20, porque paulatinamente se escucha mayor actividad.
Héctor Ombroni LU6UO, a quien sus alumnos de los cursos para ingreso a la radioafición recuerdan con enorme cariño, orgullo y respeto, en su etapa de expedicionario fue uno de los más completos que tuvo la radioafición argentina. Gran operador de CW, aportando solución a distintos inconvenientes técnicos con sus conocimientos y por su capacidad para subir a cualquier torre sin importar la altura, a colgar las antenas que el mismo armaba.