Destacar una personalidad en general, no es suficiente.
Para honrarla debemos continuar su obra y, si es posible, perfeccionarla, dentro de nuestras posibilidades.
Honrarla quiere decir no sólo remarcar sus logros, sino su entrega total para el bien general, yendo a la cabeza para la concreción de de sus aspiraciones y objetivos del grupo al que pertenece.