
ANDRÉS ESTEBAN TRAVAINI CIENTÍFICO DEL OBSERVATORIO AUGER Y RADIOAFICIONADO.LU3HO INTEGRA EL PROYECTO QUE BUSCA DAR CON EL ORIGEN Y LA IDENTIDAD DE LOS RAYOS CÓSMICOS.
EN LA BASE BELGRANO 2 EN LA ANTÁRTIDA PROBÓ UN PROTOTIPO DE SONDEADOR IONOSFÉRICO DESARROLLADO POR ÉL.

departamentos mendocinos de Malargüe y San Rafael- que reúne las mejores condiciones geográficas y ambientales para el proyecto
internacional que busca determinar el origen y la identidad de los rayos cósmicos y dar otro paso adelante en la comprensión de nuestro universo.
Así se determina la energía, dirección de llegada y la naturaleza de los rayos cósmicos de las más altas energías observables.
la tenue luz ultravioleta que producen las cascadas de rayos cósmicos al atravesar el aire.
Andrés Travaini en la pasada campaña antártica de verano tuvo la oportunidad de vivir junto a otros expertos una experiencia única en la Base Belgrano 2. Fueron diez días de travesía partiendo de la ciudad de Ushuaia en Tierra del Fuego a bordo del rompehielos «Almirante Irizar», atravesando el mar de Weddell. Andrés que además es un activo radioaficionado, aprovechó para operar desde la estación de la nave, saliendo con el indicativo del rompehielos LU2AIB/MM.
Los llevó el propósito de poder efectuar la reparación del equipo de la base (Ionosonda KEL IPS-42, magnetómetros fluxgate), y a la vez probar un prototipo de sondeador ionosférico, diseñado por él mismo. Se trata de aparatología difícil de obtener a nivel mundial, por ser específica y por su alto costo.
«La ionosonda incorporada a un radar emite pulsos hacia la ionósfera y analiza sus características, en una región rica en electrones, que influye en las señales de radio, como GPS y comunicaciones de larga distancia. Cambios en la ionósfera pueden afectar estas señales generando disrupciones en la vida cotidiana y proporcionando una ventana a fenómenos científicos» señaló Travaini.